La ruta basa su funcionamiento en el trabajo en equipo, la autonomía y la formación de los clanes. Las metas y objetivos que se estipulan durante la ronda se consiguen mediante proyectos, un conjunto de experiencias educativas donde la Ruta participa en casos complejos y reales para desarrollar habilidades y conocimientos. El lema de la ruta es "servir" y nace de una inquietud por apoyar al prójimo, por dar lo mejor de nosotros y nosotras en todos los ámbitos de nuestra vida. En la ruta, servimos a la sociedad, continuamos aprendiendo sobre voluntariado y otras maneras de poner nuestro granito de arena al mundo.
La progresión personal es una herramienta intinseca al escultismo y tiene como objetivos fomentar el pensamiento divergente y crítico, establecer estilos de vida saludables y aprender a conocerse, quererse y respetarse, entre muchos otros. Cada educando se plantea sus propias metas y objetivos, realizando acciones concretas para conseguirlos. En general se trabaja la progresión mediante cuatro áreas principales: Yo conmigo mismo/a, yo con los demás, yo con el mundo, y finalmente, yo con la trascendencia.
-Eduardo Galeano.
El marco simbólico de la Ruta se basa en el libro Utopía de Tomás Moro, donde la Utopía no es algo irrealizable, sino algo que aún no se ha realizado. El camino hacia Utopía lo recorren en conjunto quienes forman parte de la Ruta, y el papel que cada uno asuma es clave para lograrlo. Cada persona debe creer y hacer su parte, lo cual es factible y necesario para avanzar hacia ese "buen lugar" que todavía no existe pero que están construyendo juntos. Así, esta unidad se presenta como un camino colectivo hacia la Utopía.
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