En la posta del Grupo Scout Kipling, los jóvenes de 14 a 16 años trabajan en equipos llamados empresas. Cada año, presentan ideas y proyectos cada grupo, y mediante consenso eligen un proyecto principal, que se convierte en su empresa anual. Una vez seleccionado, por equipos se dedican a planificar, organizar y calendarizar todas las actividades necesarias para llevarlo a cabo, tomando un rol autónomo y asumiendo la responsabilidad de cada fase del proyecto.
En esta etapa, desarrollan su independencia y capacidad de liderazgo, ya que gestionan sus propios proyectos mientras los scouters les ofrecen guía y apoyo, acompañándolos en su viaje hacia Ítaca. Este proceso fomenta valores fundamentales como el compromiso, la responsabilidad y el trabajo en equipo, preparando a los jóvenes para afrontar futuros retos tanto dentro como fuera del escultismo.
En la unidad de posta del Grupo Scout Kipling, la progresión personal se organiza en cuatro áreas clave: yo conmigo mismo, yo con los demás, yo con la naturaleza y yo con la espiritualidad. Inspirados por La Odisea, los scouts de la Posta emprenden un viaje de autodescubrimiento en el que enfrentan desafíos y desarrollan habilidades en cada una de estas áreas.
En "yo conmigo mismo", los scouts fortalecen su autonomía y capacidad de liderazgo, aprendiendo a gestionar proyectos y asumir responsabilidades. En "yo con los demás", las actividades en grupo y el trabajo en las empresas les enseñan a colaborar, respetar diferentes perspectivas y trabajar en equipo. En "yo con la naturaleza", el compromiso con el medio ambiente cobra protagonismo mediante actividades de voluntariado y proyectos en la naturaleza, promoviendo una relación de respeto y cuidado.
Por último, en "yo con la espiritualidad", los scouts reflexionan sobre su propósito y valores, consolidando una identidad y ética personal.
A lo largo de este proceso, los scouters actúan como guías, apoyando el crecimiento de cada scout y preparándolos para enfrentar futuros desafíos, tanto en el escultismo como en su vida cotidiana.
Ulises en La Odisea de Homero
En la unidad de la posta del Grupo Scout Kipling, el marco simbólico se basa en el espíritu aventurero y de autodescubrimiento que define La Odisea de Homero. Así como Ulises emprende un viaje lleno de desafíos y aprendizajes en su retorno a casa, los scouts de la posta se embarcan en su propia odisea personal. Este viaje representa tanto sus primeras experiencias de autonomía como la exploración de sus capacidades y valores dentro del escultismo.
Inspirados por las aventuras y enseñanzas de Ulises, los scouts de la Posta aprenden que el verdadero valor de este viaje no solo está en alcanzar sus metas, sino en el conocimiento y la madurez que adquieren en el proceso. Con esta odisea, los jóvenes refuerzan su sentido de responsabilidad, compromiso y servicio, construyendo una base sólida que los prepara para las siguientes etapas en su vida scout y más allá.
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